martes, 12 de noviembre de 2013

Adolfo Díaz Recinos

Adolfo Díaz Recinos (Alajuela, Costa Rica, 15 de julio de 1875 – San José, Costa Rica, 29 de enero de 1964) fue un administrador de empresas y político nicaragüense, que ocupó la presidencia de Nicaragua en dos ocasiones, primero entre el 9 de mayo de 1911 y el 1 de enero de 1917 y luego desde el 14 de noviembre de 1926 hasta el 1 de enero de 1929.
Índice  [ocultar]
1 Biografía
2 Revolución libero-conservadora de 1912
3 Guerra constitucionalista
4 Legado
5 Enlaces externos
6 Referencias
Biografía[editar · editar código]

Nacido en la provincia de Alajuela, Costa Rica en 1875, se desempeñó como Secretario de la "La Luz y Los Angeles Mining Company", una compañía estadounidense de Delaware, que poseía las minas de Oro más grandes en el este de Nicaragua. Esto le permitió establecer fuertes lazos con la Legación Americana en Managua y llegar a ser hombre de confianza.
Revolución libero-conservadora de 1912[editar · editar código]

Durante su primer mandato tuvó que enfrentar la rebelión de los Generales Luis Mena, un conservador y su Ministro de la Guerra, y Benjamín Zeledón un héroe militar liberal, en la mal llamada "Guerra de Mena" entre el 29 de julio y el 6 de octubre de 1912.
En esta corta y cruenta guerra civil contó con el apoyo del General Emiliano Chamorro al mando de las tropas conservadoras leales de La Constabularia y del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos que ocupaban el país a su solicitud.
Los revolucionarios lograron tomar las ciudades de Granada, León, Masaya, sitiar la capital Managua y operar en el departamento de Carazo. También hubo alzamientos en Matagalpa y Las Segovias (Nueva Segovia, Madriz). El mayor enfrentamiento militar se produjo en la decisiva batalla de los cerros Coyotepe y La Barranca el 4 de octubre.
Guerra constitucionalista[editar · editar código]


Es una de las personalidades políticas más controversiales y polémicas de la historia política de Nicaragua, porque para la mayoría es el mayor vende-patria; mientras que unos pocos lo consideran un visionario al buscar convertir al país en un protectorado norteamericano o del tipo estado libre asociado. Lo claro, es que fue un hombre sagaz, con una gran capacidad de maniobra que le permitió tener siempre a su favor al gran actor de la política criolla, el gobierno de los Estados Unidos de América; tanto así que en sus momentos superó en la lucha por el poder a tres Generales fogueados en la guerra: Juan José Estrada, Luis Mena y Emiliano Chamorro.
El Senador estadounidense Burton K. Wheeler escribió en una carta al Presidente Calvin Coolidge, refiriéndose a Adolfo Díaz, lo siguiente:
"ningún gobierno que se respete podría honradamente reconocer a un hombre tan subordinado a un poder extranjero. El lenguaje de Díaz respira traición a su propio pueblo."
Sin duda alguna, sus dos períodos de gobierno conservador estuvieron bajo el auspicio de las fuerzas norteamericanas de ocupación.

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